ASES PARA UN ACUERDO POLÍTICO AMPLIO, PROGRESISTA Y DEMOCRÁTICO
Vivimos una profunda crisis sistémica cuyas repercusiones económicas, sociales y políticas son imprevisibles para las fuerzas políticas que aspiran ganar las elecciones y constituir un gobierno el año 2
El déficit presupuestario, el crecimiento de la deuda externa, la quiebra de miles de empresas y el desempleo, son los problemas económico que mayores repercusiones tienen en la economía nacional, principalmente en las familias ecuatorianas empobrecidas.
Estamos frente a una profunda contradicción económica del capitalismo que de un lado evidencia altos índices de decrecimiento para América Latina en el orden de hasta el 10% en los próximos 2 años, con lo cual el gobierno que asuma la presidencia el 2021, difícilmente podría alcanzar sus metas sin echar mano a medidas de ajuste que golpeen aún más a los trabajadores y al pueblo en general.
La pandemia del COVID 19 a inicios de marzo del 2020 significó que los sectores monopólicos impusieran una dictadura económica, utilizando el terror mediático y el amedrentamiento a la población para imponer nuevas condiciones de dominación y explotación, acordes al mandato imperial expresado en el nuevo orden mundial.
Las medidas adoptadas por el gobierno de Lenin Moreno en marzo del 2020 de confinar a los ecuatorianos por más de un año, restringiendo su movilidad, suprimiendo derechos fundamentales a organización, opinión y movilización, incidió directamente en el cierre de empresas, despidos masivos ilegales y en una precarización laboral abusiva contra los trabajadores.
La falta de alimentos para la población amenazó con convertirse en una crisis alimentaria de imprevisibles consecuencias. Sin la intervención e iniciativa de pequeños y medianos productores, junto a organizaciones sociales de llevar alimentos al pueblo, la situación hubiese sido catastrófica.
La incapacidad del gobierno de Moreno para enfrentar la crisis, su entreguismo a los dictados del Fondo Monetario Internacional, su alianza con los sectores oligárquicos, los atracos de su gobierno y su traición al mandato del pueblo ecuatoriano agudizaron mucho más la pobreza de los ecuatorianos que como lo proyecta CEPAL, pasó de un 12% en el 2019 al 18 % a finales del 2020. Se estima que el nivel de pobreza a finales del 2021 sea igual o superior al 20%.
La pandemia del COVID 19 puso en evidencia la profunda crisis política, social y moral que envuelve al gobierno.
Mientras el pueblo ecuatoriano se debatía en la más grande crisis sanitaria, dejando su vida en puertas de hospitales y calles por falta de medicinas, el gobierno emitió bonos y pagó la deuda externa, privando a los ecuatorianos estos recursos.
El levantamiento popular de octubre del 2019 para detener el alza en el precio de los combustibles y parar la política de despidos del sector público, desenmascaró al gobierno entreguista, oligárquico y represivo de Moreno que utilizando el ejército y policía, atropelló los derechos humanos de los protestantes dejando decenas de personas sin ojos, cientos de heridos y más de una docena de dirigentes sociales e indígenas asesinados.
En tales condiciones las elecciones no generan mayor interés de parte de la ciudadanía, en tanto casi todas las propuestas caen en el plano de lo demagógico y populismo electorero, sin considerar medidas de fondo y a largo plazo.
Al calor de los resultados electorales podemos advertir que aunque el binomio progresista Arauz – Rabascall ganó en la primera vuelta con un margen holgado, la presencia en el parlamento decreció, dando paso a partidos abiertamente opositores a la Revolución Ciudadana.
Es de advertir que muchos de los candidatos progresistas al no provenir de procesos sociales o militancia política, tuvieron resistencia y cuestionamientos internos que finalmente significó una derrota electoral, especialmente en Pichicha y las provincias del centro del país y la Amazonía.
Enfrentamos una segunda vuelta con el gran desafío de unir las voluntades de los ecuatorianos en un gran frente progresista para derrotar a la oligarquía y sus políticas neoliberales y establecer un gobierno de la tendencia en favor de la mayoría del pueblo.
Con tal propósito el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR, después de deliberar en pleno su Comité Ejecutivo resolvió presentar a los candidatos Arauz-Rabascall y al pueblo ecuatoriano el PLAN MÍNIMO DE GOBIERNO, que expresa el interés de nuestra organización por hacer realidad esta propuesta en favor de los trabajadores y el pueblo ecuatoriano.
Ratificamos nuestro compromiso por construir junto a los trabajadores y el pueblo el PODER POPULAR y demandar del gobierno nacional la efectiva defensa de sus derechos.
PLAN MÍNIMO DE GOBIERNO
LÍNEAS DE ACCIÓN
1.- PLAN CERO HAMBRE
Proponemos declarar al sector agrícola, pecuario, avícola, pesquero y artesanal como sectores prioritarios para llevar adelante la estrategia alimentaria nacional garantizando la soberanía alimentaria de los ecuatorianos frente a cualquier crisis.
2.- DEMOCRATIZAR LA BANCA
Consideramos importante iniciar un proceso de socialización de la banca nacional que impida a banqueros privados especular con el dinero de los ahorristas, imponer intereses usureros y exportar capitales a paraísos fiscales generando crisis económicas e inestabilidad política.
De igual forma proponemos fortalecer la dolarización y trabajar para establecer una canasta de monedas con las cuales podamos hacer transacciones comerciales para no depender exclusivamente del dólar.
3.- CONTROL SOCIAL DE LAS EMPRESAS PÚBLICAS.
Proponemos el CONTROL SOCIAL técnico y democrático sobre todas las empresas públicas. Hay que terminar con la conformación de directorios mafioso en estas empresas que son utilizadas para beneficiar los intereses de las transnacionales.
4.- PLAN NACIONAL ECUADOR DE BIENESTAR
Proponemos impulsar junto a organizaciones sociales y gobiernos locales el Plan Ecuador de Bienestar los ejes fundamentales incluirán planes, programas y proyectos en educación, salud, vivienda, cultura y deportes.
5.- EMPLEO INCLUSIVO Y PRODUCTIVO
El empleo productivo e inclusivo contempla la reactivación productiva, deslocalización y descentralización de la industria nacional, vinculada a vialidad, infraestructura productiva, sistemas de riego, puertos y aeropuertos, centros logísticos, centros que nos permiten aprovechar al máximo las capacidades productivas y el talento humano creativo de nuestros técnicos, científicos y trabajadores. También proponemos entregar las fábricas o centros productivos deficientes o en quiebra a propiedad y administración de los trabajadores.
6.- PLAN NACIONAL DE SOBERANIA
Proponemos reinsertar al país en los espacios multilaterales de cooperación política, económica, cultural y científica que nos permita mantener nuestra soberanía, reducir la dependencia, desarrollar y aprovechar todas nuestras potencialidades como país.
A fin de precautelas nuestros intereses geopolíticos proponemos retornar y fortalecer los espacios geopolíticos comunes: ALBA. UNASUR. CELAC
7.-AGENDA NACIONAL LEGISLATIVA
En un marco de DEMOCRACIA DIRECTA Y PARTICIPATIVA, demandamos un amplio y sostenido proceso de debates para generar proyectos de ley expresados en una AGENDA LEGISLATIVA DEMOCRÁTICA INCLUSIVA, PRODUCTIVA Y PARTICIPATIVA. Debemos enfrentar una seria discusión sobre el régimen electoral, agrario, defensa, seguridad, comercio exterior, banca, ciencia y tecnología, infraestructura, comercialización agrícola, seguridad social y protección y amparo a los pequeños y medianos productores.
Estas constituyen las líneas básicas de demandas del MIR para impulsar un Plan Mínimo de Gobierno, democrático, patriótico, progresista e inclusivo.
Quito, 5 de abril del 2020.
COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL DEL MIR