Verduga y González enfrentados por los chats que investiga Fiscalía.
El reciente distanciamiento de la excandidata presidencial del correísmo, Luisa González, del exconsejero de participación ciudadana Augusto Verduga, marca un cambio en una relación que, luego de la revelación de los chats judicializados en el caso Ligados. Tras varias semanas de silencio sobre el tema, González calificó de “maquiavélico” el hecho de que Verduga haya grabado varias conversaciones. Aunque habló de deslealtad, eso no implica dar veracidad a los chats y audios revelados y difundidos en distintos medios de comunicación.
A criterio de varios analistas, la postura de González deja algunas dudas, especialmente sobre por qué tardó tanto en pronunciarse, si su candidatura fue una de las más afectadas, y por qué su posición no incluye una explicación sobre el contenido de los chats y el interés de la RC en los procesos de designación de autoridades, entre otros temas.
César Febres-Cordero, en una entrevista de Diario Expreso señala que el nuevo contexto de la Revolución Ciudadana pudo haber empujado a la excandidata Luisa González, a tomar distancia de Augusto Verduga.
“Luisa González, entre la segunda derrota, (su denuncia de) el fraude y los audios, tiene demasiados frentes abiertos y está arrastrando a toda la Revolución Ciudadana con sus conflictos”, opina. Añade que, además, ha existido una contradicción en las posturas que ha mostrado el correísmo.
Por ejemplo, recuerda que los correístas han insistido en que los chats y audios revelados en el caso Ligados están sacados de contexto, pero, al mismo tiempo, “prácticamente han reconocido que el material, al menos en parte, es real, y al hacerlo se han enredado en el tema”.
Febres-Cordero acota que es comprensible que el correísmo se mantenga en el discurso de cuestionar la veracidad del contenido de los audios y chats, ya que “nadie está obligado a caer en las trampas argumentales de su acusador, sobre todo si ese acusador escoge la forma, el contenido y los tiempos de lo que se publica y discute”.
Más allá de que el proceso judicial marcará los tiempos para el correísmo, Febres-Cordero concluye que lo más saludable para ese movimiento sería buscar una renovación, aunque reconoce que ellos mismos han sido los artífices de su estancamiento como organización política.
“Lo mejor para la Revolución Ciudadana sería impulsar nuevos liderazgos y vocerías, pero no pueden hacerlo, ni siquiera provisionalmente, porque están prácticamente cerrados a la renovación y carecen de una vida orgánica dentro del movimiento”, sostiene.
A González le afectó las intervenciones desatinadas de la asambleísta Paola cabezas, sobre la dolarización a la ecuatoriana, la entrevista de Ricardo Patiño con Rafael Correa en el Canal de noticias RusiaToday, sobre la dolarización y la propuesta de la propia Luisa de crear los denominados grupos de PAZ, pagados con dineros del presupuesto estatal, fue una desesperación por captar votos, sin embargo eso sepultó su aspiración, considerando que: esas brigadas de paz, las implementa Nicolás maduro presidente de Venezuela para reprimir a los opositores en las manifestaciones.
El que González haya dicho en el debate que iba a reconocer el gobierno dictatorial de Venezuela, causó digamos un susto en la población, que no quería verse en una situación similar a la que soportan los venezolanos; y más bien el voto nulo y blanco y algunos indecisos, más los adultos mayores hicieron que Daniel Noboa amplié su respaldo de más de un 10 por ciento en el balotaje.
No reconocer los resultados por parte de Luisa González, implica hacerle el juego a Maduro, cuando gente como el Alcalde de Guayaquil y Quito; y los prefectas de Guayas, Pichincha y Manabí, lo reconocieron.
Lo cierto es que las cosas están dadas y no hay marcha atrás, pese a las impugnaciones a los resultados del CNE, por parte de Luisa González.