Corte IDH reconoce aporte de Ecuador en defensa de derechos humanos

 CORTEIDH1María Elena Vaca, enviada especial a Costa Rica. “Para nuestra Corte Interamericana de Derechos Humanos, garantía para nuestra ciudadanía de la Patria Grande, un abrazo ecuatoriano”, escribió esta noche el presidente Rafael Correa en el libro de visitas de la institución.

Correa fue el primer presidente ecuatoriano en visitar la sede de la CorteIDH, que se encuentra en el barrio Yoses al este de San José de Costa Rica. Fue recibido por Humberto Sierra, presidente del organismo, quien reconoció el aporte que realiza el gobierno del presidente Rafael Correa para la defensa de los derechos humanos, sobretodo en el financiamiento.

La sede de la CorteIDH ocupa una cuadra del barrio, en donde habita la gente con más ingresos económicos de San José. El nombre de la organización solo se encuentra en una placa negra con letras doradas que se colocó en puerta de ingreso. La moderna edificación de color blanco tiene 2 pisos. Está construída con pilastras y balcones. En la planta baja hay una pequeña sala en donde Sierra atiende a los invitados. Arriba, por unas gradas de forma circular, que parecen interminables, se encuentra la sala de sesiones, que deslumbra por los grandes ventanales que se cubren con cortinas blancas, al igual que los cartuchos sumergidos en agua cristalina, que adornan la mesa central.

El libro de visitas de color azul guarda los mensajes más diversos de los mandatarios, que han visitado la CorteIDH desde su primera reunión el 29 de junio de 1979. En el balcón blanco, ubicado en el ingreso a la sede de la organización, flamean tanto la bandera de Costa Rica, que conserva la sede desde 1978, así como la bandera de la Organización de Estados Americanos (OEA), que es la entidad que designa a los 7 jueces del tribunal.

Sierra señaló que el gobierno ecuatoriano destina $ 1 millón para que la organización siga funcionando. Agregó que la relación con Ecuador es próspera. Por ello agradeció las convicciones democráticas en defensa de los derechos humanos que tiene el Ecuador, sobre todo en cuanto al financiamiento de la organización. Correa señaló que la CorteIDH debe contar con fondos previsibles.

Correa recibió de manos de Sierra un martillo judicial, tallado en madera, como símbolo de la justicia.

El Mandatario calificó como un honor a la invitación que recibió por parte de los magistrados. Dijo que el trabajo de la CorteIDH es incuestionable. “Estamos comprometidos con los derechos humanos, sin embargo eso no impide que cuestionemos ciertas distorsiones que creemos que tiene el sistema”. Reiteró que en cuanto a la Corte no tiene ninguna obsevación, “porque se guían dentro de un riguroso proceso, muy apegada a la Convención e instrumentos de derechos humanos”.

Sin embargo cuestionó el trabajo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que a su criterio se convirtió “en una comisaría, en donde van todos los perdedores de los gobiernos progresistas”. Agregó que dicha institución entrega medidas cautelares atentando contra la soberanía de los Estados y sistemas jurídicos, “que en algunos casos se demoran años y en otros horas”. Rechazó que la CIDH tenga la sede en EE.UU., un país que no ratificó los instrumentos internacionales como el Pacto de San José.

Por ello, reiteró en la necesidad de que los Estados aporten para el financiamiento de organismos como la corte, porque aquello garantiza la independencia judicial.

Sierra explicó que la Corte no trabaja en forma permanente. A criterio del Jefe de Estado aquello debería cambiar y por ello señaló que podría tramitar con la OEA o la instancia que sea necesario una reforma que permita que los magistrados trabajen en forma permanente.

Los 7 magistrados, además de la secretaria ejecutiva, no se mostraron esquivos ante la idea y ante la propuesta de Correa asentaron su predisposición con la cabeza.

“Nunca nos ha fastidiado la justicia, pero en apego a derecho”, dijo Correa.

Junto al Mandatario estuvieron el canciller Ricardo Patiño, la ministra de Justicia Ledy Zuñiga, además de los ministros Guillaume Long, coordinador de Talento Humano; Cecilia Vaca, coordinadora de Desarrollo Social y el secretario de Comunicación, Fernando Alvarado, entre otras autoridades.

Zuñiga explicó que el gobierno ecuatoriano ha dado cumplimiento a 13 sentencias del organismo, que fueron ejecutadas en gobiernos anteriores al de Correa. Conversó a los jueces de la corte, al igual como lo hizo el Jefe de Estado, sobre las reformas en la justicia, entre ellos la creación de la Defensoría Pública, que antes de su gobierno no existían, así como el Consejo de la Judicatura. Zuñiga dijo que antes las sentencias llegaban a un 30%, mientras que ahora en la justicia ecuatoriana hay un 70% de sentencias.

De su lado, el canciller Patiño comprometió el apoyo de Ecuador para el financiamiento del organismo. Argumentó que siempre le ha preocupado al Estado el direccionamiento de recursos para financiar el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH)

Todos los jueces de la Corte reconocieron el trabajo de Correa en defensa de los derechos humanos, entre ellos el juez Pablo Saavedra y la secretaria Emilia Segores, quien dijo que “Ecuador va por un buen camino”.

La reunión a ratos se tornó incluso informal. Fue cuando el juez Saavedra halagó al presidente Correa por el uso de las camisas bordadas. “Es la envidia de nosotros”, le dijo el magistrado. El mandatario les contó que son elaboradas por artesanos de una comunidad de Imbabura. Se comprometió en hacerles llegar una de las creaciones artesanales ecuatorianas. (El telégrafo)

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