Evo se la juega en el referéndum de este domingo

Agencias ABI y Prensa Latina Bolivia acudirá mañana a las urnas en un referéndum constitucional que será clave para el futuro político del presidente Evo Morales y su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS).

Unos 6,5 millones de bolivianos podrán elegir entre el sí, que permitiría la habilitación de Evo Morales a un cuarto mandato (2020-2025) o el no a la reforma del artículo 168 de la Constitución. De ser así, Morales gobernará hasta enero de 2020 sin opción a ser reelegido.
“Los resultados se respetan, que gane el sí, que gane el no, vamos a respetar, esa es la democracia”, prometió el mandatario, que gobierna desde el 22 de enero de 2006.
Morales instó al pueblo a participar en el referéndum y ejercer su derecho al voto para decidir si se modifica la Carta Magna. “Mi deseo es la mayor participación de nuestro pueblo. Todo ciudadano tiene derecho a votar por el sí o por el no y será respetado”.
El mandatario destacó los programas sociales impulsados durante sus 10 años de gobierno y anunció la continuidad de otros. En 2005 se invirtieron en esta área $ 600 millones y este año se destinarán $ 8.300 millones.
Las encuestas previas vaticinan un empate técnico. Los sondeos de Ipsos proyectan una ajustada victoria del no (41%) frente a la opción sí (40%). Mientras que un sondeo del diario ‘Página Siete’ anticipa el triunfo del no. Pero Morales restó importancia a los resultados y aseguró que el sondeo fue manipulado por el medio que la difundió.
El proceso será seguido por más de 100 observadores internacionales, entre ellos 25 expertos en temáticas electorales de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). “Bolivia dará un ejemplo de democracia”, declaró el secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, quien instó a los ciudadanos a votar y aceptar los resultados.
La campaña duró 3 meses y subió de tono el 5 de febrero, después de que el periodista Carlos Valverde revelara que el mandatario tuvo un tercer hijo con una joven, de 19 años, que ahora es gerente comercial de la empresa china CAMC Engineering, que se adjudicó 7 obras públicas por un valor de $ 560 millones. El MAS considera que estas acusaciones de índole personal son promovidas por Estados Unidos.